Descripción
Todo inicia cuando Enrique iba caminando con un libro en la mano y en una distracción se come una palabra notó que le gustaba y se comió una oración, fue de tal agrado ese bocado literario, que se comió una página completa y luego un libro, y luego dos, tres...
Lo que Enriqe no vislumbro es que aquella dieta -un tanto particular- iba a traer muchas complicaciones.
De repente las letras se mezclaban en su cabeza, comía tan rápido los libros, que no lograba hacer la digestión. Eso producía mucha confusión en Enrique, si le preguntaban cuánto era 2+4, respondía, elefante.
Luego de ir a muchos médicos para resolver este inconveniente, le aconsejaron que dejara de comer libros.
Oliver nos tiene acostumbrados/as/es a mensajes ocultos, y no tanto, esta historia es más de la segunda opción.